Fernan Puras: «Me paso horas eligiendo las mejores fotos»

Fernan Puras: «Me paso horas eligiendo las mejores fotos»

Fernan Puras lleva tres décadas dedicándose a su afición a la fotografía

Agurtzane Núñez Yarza

Cuando tenía unos 15 años, su padre trajo a casa una cámara reflex sin sospechar lo que supondría para Fernando Puras. «Con ella empecé a experimentar: la velocidad de obturación, más rápido, más lento, la profundida de campo…», recuerda.

Pasó varios años aprendiendo, sacando diapositivas, hasta que suspender el curso le abrió las puertas de su gran afición a Fernando Puras. «Cuando estaba en COU no iba muy bien, suspendí, y pensé en preguntarle a un fotógrafo conocido, Richard, donde yo revelaba las fotos, si tendría trabajo para mi. Al poco me llevó a una boda con él», recuerda.

Así, comenzó una andadura de 24 años que duró hasta el 2018. «Había fines de semana que hacíamos dos bodas, una por la mañana y otra por la tarde. En un año hacíamos más de treinta bodas», cuenta, aunque se ha dedicado a la fotografía como un segundo trabajo, compaginándolo el otro trabajo en la empresa familiar, lo que le ha dado libertad para poder dedicarse a ello cuando había trabajo.

«En cada boda llevábamos una Rollei de medio formato y una réflex con rollo de blanco y negro. Se echaban seis o siete carretes de 24 fotos… cuando empecé todo era manual y con fotómetro», explica Puras. «Luego Richard revelaba los negativos, los miraba con la lupa y numeraba las que quería para pedir las copias en papel al laboratorio». Un trabajo laborioso que cambió por completo cuando llegaron las cámaras digitales.

Eso sí, no significa que hoy en día no haya que dedicar horas para obtener unas buenas fotografías. «En las carreras por ejemplo, yo vuelvo a casa con igual 1.200 fotografías, porque intento sacar a todos los participantes, y además, suele haber más de una vuelta al circuito», indica, por lo que «en casa paso igual tres horas borrando fotos: las que están con los ojos cerrados, tiene mal gesto, no está nítida… suelo dejarlo en unas 700. Te lleva trabajo aunque lo puedes automatizar en parte».

Después, hay algunas que edita en el ordenador. «Intento que salgan bien de la cámara, algunas tengo que corregir la exposición, un poco la luz, sobre todo si son de los primeros clasificados o deportistas conocidos». Una selección de las fotografías las publica en redes sociales, «hay gente a la que le gusta ver las fotografías. Y de vez en cuando algunos me preguntan por su foto, pero la mayoría no».

Durante la temporada de duatlón se suele acercar a casi todas las carreras, pero también ha fotografiado durante años la Itzulia, la Clásica de San Sebastián o algunas carreras de montaña como la UZ Trail y la Negutrail. Tampoco faltó al paso por Tolosaldea del Tour de Francia el pasado año, que cogió en la subida a Alkiza.

Tras numerosos años cubriendo todo tipo de eventos como bodas y comuniones, pero también los carnavales de Tolosa, lleva varios años dedicándose casi en exclusiva a la fotografía deportiva. «Es muy bonita. Yo he andado en bici y controlas los momentos. Al final te entiendes bien con el deportista».

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