Gipuzkoa minera

Miembros de Felix Ugarte elkartea trabajan en una bocamina.

Gipuzkoa minera

Hay vestigios de minería en la provincia en los últimos 4.500 años

Amaia Núñez Yarza

Gipuzkoa no ha vivido de la agricultura y la pesca solamente. Durante miles de años, la economía minera fue importante en la provincia según los resultados obtenidos por Félix Ugarte Elkartea, que desde hace más de veinte años se dedica a investigar minas en Gipuzkoa. «Tenemos minas datadas hace 4.750 años, correspondientes a la Edad de Bronce, en Aralar», indica Txomin Ugalde, miembro de la asociación.
La industria minera de aquella época no era anecdótica como se pudiera pensar. El material encontrado en las excavaciones hace pensar que era un trabajo organizado en el que pudieran estar decenas de personas. «En las minas siempre hay un oficial minero, un picador, que era el que sabía de minas, y un peón, que es el que aprende para luego seguir», comenta, convencido de que el de minero siempre ha sido una labor especializada, «el que es minero, es minero. Es decir, tiene que saber la técnica de la mina. Luego habría, no sé si mineros o no, que conocían la técnica de la metalurgia, sabían cómo transformar ese mineral en cobre».

Los indicios de minería de la Edad de Bronce se encuentran principalmente en la mina de Arritzaga, en Aralar, que fue explotada hasta mediados del siglo XX, en varias épocas. De Arritzaga extraían mineral de cobre y para eso utilizaban la técnica de la torrefacción: con el calor del fuego agrietaban la roca donde estaba el filón. Está técnica se ha utilizado durante miles de años, «hasta el descubrimiento de la pólvora», explica Ugalde. Con este sistema las paredes de la mina quedan «perfectas, parecen como si fueran talladas con cincel», describe Mikel Uzkudun, miembro de la asociación.
Seguían la beta hasta que la perdían, con galerías en algunos lugares de tan solo medio metro de ancho, en otros y dependiendo de la potencia del filón, las galerías pueden ser mayores. «Intentan sacar la menor cantidad de estéril, dada la dificultad que suponía abrir las galerías de mina.



Seguir la beta

En esa época, al adaptarse el trazado de las galerías al desarrollo de los filones de cobre, el desarrollo es laberíntico con galerías cegadas con estéril y mayores volúmenes allí donde se interseccionan los filones de mineral». En cambio, en la Edad Moderna con la pólvora, y luego en la Contemporánea con la dinamita, la técnica minera es diferente, «había que abrir la sección suficiente para que entraran las vagonetas y el ataque al filón de mineral se hacía de otra forma».
La antigüedad de las minas la han podido datar gracias a restos de carbón y materiales arqueológicos encontrados. Por eso, también saben que han sido explotadas durante varias épocas: en la época romana, en la Edad Media hacía el año 1.200 y ya en época moderna y contemporánea en varias fases que van de 1.732 al 1.804, posteriormente en breve actividad durante el siglo XIX y principios del XX. A mediados del siglo pasado y hasta entrada la década de los 60, se reactivó la explotación minera, quedándonos como vestigios de esos años los restos de vagonetas y cables que se ven actualmente.

 

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