Jose Luis Lopetegui: «La manzanilla parece que sirve para todo, y así es»

Malva, entrevista a Jose Luis Lopetegui sobre plantas medicinales.

Jose Luis Lopetegui: «La manzanilla parece que sirve para todo, y así es»

Jose Luis Lopetegui lleva toda la vida dedicándose a estudiar las plantas medicinales

Agurtzane Núñez Yarza

Desde que tiene uso de razón, Jose Luis Lopetegui ha conocido en su casa el uso de plantas medicinales. «Mi abuela Graciosa era curandera, vivía en el piso de debajo nuestra y siempre la veía con lo que llamábamos ‘las hierbas’. Mi madre también conocía, y también mi bisabuela y mi tatarabuela», detalla. «Yo siempre estaba en casa de mi abuela, le veía picar raíces, preparando emplastos… y le preguntaba por todo», recuerda ahora.

Esa curiosidad por saber lo que hacía su abuela y para qué servía le llevó en su juventud a querer saber más. «Le preguntaba cómo hacía esto o aquello, para qué era… pero descubrí que yo hacía mal las preguntas. Si le preguntaba ‘¿estas plantas para qué son buenas?’, me contestaba ‘depende’, y si le preguntaba ‘¿pero no son buenas para la sangre?’, me respondía ‘depende’. Hasta que me dijo, ‘¿pero por qué tiene mal la sangre?’. Ahí aprendí que hay que ver primero lo que está mal, y luego atender, no puedes tratar a la enfermedad sin conocer al enfermo», indica.

Él lleva toda la vida en ello pero admite que «aunque tenga un don, tienes que trabajarlo. Tengo una biblioteca de libros sobre plantas medicinales, algunos más sencillos y otros más técnicos, y los tienes que manejar». Y añade una recomendación: «no hay que creer lo primero que te digan porque lo dice un conocido, ni lo que pone en internet. He visto cosas muy buenas y también otras de pensar ‘a quién se le ocurre decir eso’».

Así, admite que aunque él conozca y sepa mucho, «solo lo utilizo para casa, he hecho contadas excepciones. Normalmente si recomiendo algo, suele ser algo sencillo, como manzanilla o poleo menta, aunque suele ser bueno combinar varias. Por ejemplo, si tengo que tomar una planta para el hígado, poner otra diurética que te ayude a orinar, y así estás ayudando a limpiar», y añade «tenemos todo a nuestro alcance, la cuestión es saber manejarlo». En este sentido, indica que la manzanilla, «de tan vulgar que la conoce todo el mundo, parece que sirve para todo, y es verdad. Para mí es de las más completas».

Así, ha estudiado cada planta para conocer sus principios activos y tomar la que mejor le conviene en cada momento. «Las plantas naturales tienen un principio activo principal, pero están equilibradas con otros; en los medicamentos no, sólo encontramos el principio activo, en una cantidad concreta, algo que en las plantas no puedes calcular. El efecto de una medicación es mucho más rápido que el de una planta. Todo tiene sus ventajas y sus limitaciones, vamos a aprovechar las ventajas de cada uno», indica, añadiendo que «yo no estoy cerrado a nada siempre que haga falta».

Además, indica que hay que tener cuidado, sobre todo si se toman otros medicamentos de manera crónica. «El jengibre, por ejemplo, es bueno para la tos pero también adelgaza la sangre y si lo toman los que toman Sintrom le pueden volver locos a los médicos. Otras combinaciones, pueden anular el efecto del medicamento. Hay que consultarlo en esos casos».




En infusion o ungüentos

Las plantas que puede las consigue en los prados, pero también en herboristerías o en internet, «hoy en día puedes conseguir de todo, informándote bien». La mayoría son de temporada, por lo que las seca bien y después las conserva haciéndolas polvo con las manos, en frascos con la fecha.

Eso sí, subraya que «hay que evitar cogerlas cerca de industrias, granjas o lugares donde haya tráfico porque quedan metales pesados. Tampoco en prados donde sepamos que han abonado, tanto con orgánico como con químico. Hay que recoger en zonas limpias».

Para tomar las plantas medicinales lo normal es hacer una infusión, aunque hay muchos más métodos, depende de la planta. «Si son aromáticas, no es recomendable la infusión, porque con la ebullición se evaporan los principios», por ello, se pueden macerar en agua durante toda la noche, pero en el caso de las raíces, habrá que hervirlas. Él también hace ungüentos, cremas y aceites, dependiendo lo que necesite. Asimismo, «la mayoría de las plantas son comestibles. Las hojas tiernas del diente de león, por ejemplo, se suelen comer en ensalada, y las ortigas con patatas están muy buenas».



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