Jose Mari Arrigain: «He visto unas fiestas espectaculares simplemente porque me gusta la fotografía»

Jose Mari Arrigain: «He visto unas fiestas espectaculares simplemente porque me gusta la fotografía»

Descubrió las fiestas rurales tras una salida montañera, y desde entonces lleva décadas coleccionando imágenes

Agurtzane Núñez Yarza

Desde que era joven a José Mari Arrigain le gustaba la fotografía. Comenzó a sacar fotos siguiendo los pasos de su hermano Simón, aunque en un primer momento su objetivo capturaba sobre todo imágenes de montaña y naturaleza. «Una vez que fuimos al monte al bajar dijimos ‘vamos a ver Roda de Isábena, que no hemos estado nunca’. Y cuando llegamos eran las fiestas, había una rondalla y unas cosas curiosísimas. Y pensé ‘si esto es precioso’», recuerda.

Fue poco después cuando descubrió el carnaval de Zubieta, a la que no ha faltado casi ningún año desde entonces. «En el periódico siempre salen los ‘joaldunak’, pero lo que hay detrás no sale nunca. Llegué con medio carrete en la cámara y otro más por si acaso. Se me acabaron en media hora», detalla.

Desde entonces, sin dejar de lado la fotografía de naturaleza, dirigió su mirada a las celebraciones rurales. «He estado en Alava, Bizkaia, Asturias, Galicia, Andalucía, en Portugal… en Navarra hay un montón de romerías, carnavales y fiestas de todo tipo».

Gracias a su afición ha conocido innumerables lugares y celebraciones, aunque en la mayoría de los sitios no está solo, «somos muchos los que andamos así. Hay muchos gallegos, navarros y también madrileños. Conozco a una pareja de Cartagena que van en coche hasta Galicia y vuelven al día siguiente, turnándose para conducir. Me he encontrado con gallegos en el Rocío, o un fotógrafo de Dax y un arquitecto jubilado japonés, Moto, que está enamorado del norte de España, no tiene coche y se mueve en taxi».

Para él, la fotografía siempre ha sido una afición. «Mucha gente me pregunta si vendo las fotos o si las cuelgo en algún lugar. Les respondo que de vez en cuando alguna en la pared de mi casa, no tengo redes sociales. Lo hago solo por curiosidad y satisfacción personal», destaca. «A mi me sirve para conocer un montón de sitios que la gente no va a pasar en la vida. He visto fiestas espectaculares simplemente porque me gusta la fotografía».

El comenzó cuando la fotografía todavía era en blanco y negro, y hoy en día continúa presentando fotografías en blanco y negro. «Primero las edito en el ordenador a color, ajusto los contrastes, y después las paso a blanco y negro», explica. Eso sí, «la fotografía que me gusta es la que entras en la sala y te golpea la primera vez. Yo no tengo mucho conocimiento técnico, pero esas imágenes que están hechas a partir de dos o mas imágenes no son fotografía, son ya montajes. Siempre ha habido montajes pero en los concursos hay veces que parece que se premia la capacidad técnica más que la fotografía».

Él lleva años presentando sus imágenes a concursos. «Cuando empecé, con el dinero que ganaba en los concursos me iba comprando objetivos y cámaras», recuerda. Aunque ha ganado algunos premios, el último la medalla de oro del Salón Internacional de Otoño de Zaragoza hace dos años, «las fotografías de fiestas que saco yo no suelen tener mucha aceptación, tienen que ser muy expresivas y con mucha fuerza para ser seleccionadas», dice, y añade que «hay mucha gente que va de viaje para sacar fotos para luego presentar a concursos. Estuvo de moda Cuba y ahora Islandia o India. Incluso hay agencias que te organizan los viajes», explica Arrigain.

 

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