Nueces, fuente de salud
Las nueces aportan las proteínas, vitaminas y minerales esenciales para una dieta equilibrada
Amaia Núñez Yarza
Frente a cada caserío se podía ver un nogal hasta hace unas décadas. Esto muestra la importancia que tenían las nueces en la dieta, ya que es una fuente de proteínas, vitaminas y minerales, con un alto contenido en ácidos grasos omega-3. Una de las creencias que hay en torno a las nueces es que su consumo es beneficioso para el cerebro, ya que su forma se asemeja. Los estudios han demostrado que esta suposición es cierta, ya que su alto contenido en grasas saludables proporcionan los ácidos grasos necesarios para una función cerebral óptima. Asimismo, han demostrado que comer nueces está relacionado con la mejoría de la memoria y de la función cognitiva del cerebro.
Unos 100 gramos de nueces contienen aproximadamente 600 calorías. Además es una buena fuente de proteínas y minerales, como por ejemplo, el potasio, el magnesio, el fósforo, el hierro o el zinc. Del mismo modo, aportan vitamina B, principalmente ácido fólico (B9) y B6. Por todo ello, pueden resultar un alimento para jóvenes y deportistas, ya que además de ayudar en la concentración y aprendizaje, también previenen la fatiga.
Además de para el cerebro, las nueces son beneficiosas también para el buen funcionamiento del cuerpo. El consumo de un puñado de nueces, unas siete, está relacionado con un aumento de las bacterias que promueven la salud intestinal. Con esto también ayudan en la salud cardiovascular. Otro de los beneficios que aportan es que ayudan a reducir el colesterol total, entre otros, en colesterol LDL, los triglicéridos y la apolipoproteína B.
Hace dos años, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvad en Estados Unidos demostró que un mayor consumo de nueces está relacionado con un menor riesgo de muerte y un aumento de la esperanza de vida. Con un puñado de nueces cinco veces a la semana, ofrecen los nutrientes necesarios para mantener buena salud. Consumir nueces aumenta la esperanza de vida, aun en quienes no tienen una dieta equilibrada.
En este sentido, según el mismo estudio, quienes consumían mayor cantidad de nueces tendían a ser más activos físicamente, llevar una dieta más sana y consumir menos alcohol.
Aceite de nuez
Por otro lado, a parte de comer las nueces como fruto seco, con ellas también se elabora aceite, tras prensar los frutos. Es un producto versátil, ya que se puede utilizar tanto para cocinar, como para el cuidado de la piel, el cabello e, incluso, de la madera. Aun así, es un producto delicado, ya que se estropea con facilidad si no se conserva adecuadamente.
En cocina, se suele utilizar en frío, para aliñar platos. De color claro, su sabor es más ligero que otros aceites, y con un olor más suave. En este caso, sus beneficios son similares a los que si consumiríamos las nueces como fruto seco.
El aceite de nuez se utiliza además para el cuidado de la piel, el cabello y las uñas, ya que tiene propiedades humectantes, antiinflamatorias, antioxidantes, antibacterianas y cicatrizantes. Esto último, sirve asimismo para los muebles, ya que ayuda a restaurar zonas desgastadas y arañadas en la madera.