Tamborrada de Donosti
Año: 1929
Lo que comenzó como una comparsa de Carnaval, ha acabado siendo una de las fiestas más importantes de Donostia. Cada medianoche del 19 al 20 de enero la ciudad iza la bandera y se sumerge en una fiesta para las siguientes 24 horas. Siglos antes, ya celebraban el día de su patrón San Sebastián con una procesión. Según consta, en 1594 hubo una epidemia de peste en Pasajes San Pedro, todavía barrio donostiarra, y fueron muchos los vecinos que acudieron en peregrinación a la Iglesia de San Sebastián situada en El Antiguo para pedir protección.
La situación mejoró y los vecinos nombraron a San Sebastián patrón de la ciudad. Desde entonces, cada 20 de enero sacaban en procesión al santo, en una fiesta con música y dantzaris desde la Iglesia de Santa María hasta el Antiguo. Pero el 31 de agosto de 1813, durante la toma de la ciudad por los ingleses, se perdieron las reliquias y poco a poco, la fiesta fue perdiendo fuerza. El mal tiempo que coincidía normalmente en ese día, era otro problema, pues unos años más tarde el Ayuntamiento decidió no participar más, después de que la Iglesia les negará un cambio de fechas a otra época con mejor clima.
De la misma forma, ese día fue cogiendo fuerza como preludio de los Carnavales, con actos festivos desde esa fecha hasta el entierro de la Sardina, 40 días antes de la Semana Santa. Así, un grupo de vecinos fue el que comenzó con la tradición tamborrera, seguramente a mediados de la década de 1830, con una comparsa que se creó para anunciar la sokamuturra.
La vestimenta de la tamborrada actual se creó en esa época también, cuando el Ayuntamiento entregó a las sociedades los tambores y los trajes de las tropas napoleónicas que se guardaban en el Cuartel de San Telmo. En 1882 salieron por primera vez con esos trajes y cuatro años más tarde se añadieron las compañías de barriles, que simbolizan a los vecinos que tocaban el barril o cubos de agua mientras esperaban en las fuentes y, de esta forma, replicaban los tambores militares.
Durante muchos años las mujeres no tuvieron más representación que de cantineras, quienes en la guerra eran las que llevaban comida y bebida a los soldados. En las últimas décadas se han ido incorporando también como tamborreros, aunque todavía hay sociedades en las que solo se les permite participar de cantineras. En las imágenes, aun y todo, se ve como ya en 1929 algunas mujeres participaban vestidas con traje napoleónico tocando el tambor.