Un anillo para cada ave
Gipuzkoa fue pionera hace 75 años en el anillamiento de aves en el estado
Agurtzane Núñez Yarza
Cada año miles de aves nacen en Gipuzkoa y muchos miles más pasan en sus rutas migratorias por el territorio. Una de las preguntas habituales es ‘¿De dónde vendrán?’. La respuesta es casi imposible saberla, a no ser que tenga una anilla, su DNI particular.
El primer anillamiento se hizo hace más de cien años, en 1899 en Dinamarca, y en todos estos años «la metodología no ha cambiado. Al final es una anilla donde consta un número y un remite», indica Juan Arizaga, director de la Oficina de Anillamiento de Aranzadi. La oficina cumple este año su 75 aniversario, y es la más antigua de las tres que existen actualmente en España.
En 1983 se creó la oficina de anillamiento de España y en 2021 se creó la oficina de Cataluña, en el Institut Català de Ornitologia, que también gestionan desde Aranzadi aunque tiene remite propio. «Somos la que más anillamientos gestionamos a nivel estatal. Las anillas de Aranzadi se usan en toda España, están marcando aves en Baleares, en Canarias y en Andalucia, entre otros», indica Arizaga. De hecho, gestionan más de 150.000 anillamientos al año. Entre los grupos de anillamientos, también dependen de Aranzadi el grupo ornitológico de la Estación Biológica de Doñana y el Grupo Ornitológico Balear.
La creación de la oficina de anillamiento de Aranzadi se creo justamente porque no había ninguna otra en el estado. «Aquí ya había mucha cultura de migración de aves, porque toda Euskadi pero Gipuzkoa en particular es una zona de paso potente. Había gente que ya sabían que se estaba anillando en Europa, y los socios de Aranzadi, que se había fundado dos años antes, pidieron empezar a anillar pájarosen Gipuzkoa», explica. Pero cuando solicitaron las anillas al Museo de Ciencias Naturales de Madrid, les respondieron que no existían. Así que «decidieron crear una oficina de anillamiento propia».
Hoy en día utilizan distintos modelos de anillas, dependiendo del tamaño del pájaro, y cada una lleva un código único que no se repite. «La primera parte es una letra que hace referencia al modelo de la anilla y después tiene un número único y correlativo. Así, si recuperamos el ave, sabemos qué individuo es», explica Arizaga.
Los anilladores son la mayoría voluntarios, aunque hay algunos profesionales, que son investigadores, asociados a universidades o centros de investigación. Eso sí, Arizaga explica que cualquiera no puede ponerse a anillar. «Los anilladores son gente formada que ha superado un proceso de formación con un examen, porque se manipulan aves silvestres y hay que manipularlas bien». Por ello, durante todo el año organizan cursos tanto teóricos como prácticos para todos los que quieran iniciarse.
Redes o trampas
La oficina de anillamiento de Aranzadi que dirige Arizaga tiene en marcha numerosos proyectos durante todo el año, dirigidos a marcar toda clase de pájaros. «Hay proyectos a los que llamamos estaciones de esfuerzo constante, en los que se anilla todo el año una vez por quincena. Pero también hay campañas estacionales, como cuando se marcan pollos de gaviotas, o campañas de migración como la de Txingudi, que es del 15 de julio al 30 de septiembre, y ahí se anilla todos los días». Además, también llevan a cabo diferentes campañas a nivel estatal. «Hay una de anillamiento de aguiluchos en campos de cereal, o para anillar flamencos en la laguna de Fuente de Piedra».
Cada vez que comienzan a anillar, el objetivo es marcar cuantos más ejemplares. «En las estaciones de anillamiento se anilla todo lo que se captura. Porque cuanto más anilles más información vas a tener después. Si vamos dentro de una colonia a anillar pollos, intentaremos anillar los máximos en la parte de la colonia que nos encontremos», detalla. Todos los datos de los anillamientos y de todas las recuperaciones están recogidas en una base de datos.
«Pueden ser de un petirrojo anillado en Txingudi y recapturado en Txingudi, o puede que haya sido recapturado en Alemania. Hay decenas de miles de recuperaciones que se han ido registrando durante estos 75 años, que dan una información tremenda para hacer un montón de tipos de estudios», indica Arizaga.
El anillamiento de pollos se realiza muchas veces en el mismo nido, pero en el caso de las aves migratorias, utilizan redes especiales. «Para algunas especies se utilizan unas trampas, que funcionas mejor que las redes en esos casos».
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