Vuelven las nutrias a los ríos de Gipuzkoa
Hace siete décadas se cazaron las últimas nutrias, que afortunadamente ya han vuelto a la provincia
Martín García Garmendia
La noticia nos llevó mentalmente a lugares de nuestra infancia que ya no son así, pero que nos agrada recordar. Con ayuda de distintas fotos que muestran muy bien los últimos 1.500 metros del río Agauntza antes de su desembocadura en el Oria, nos trasladamos a dicha época para conocer que en la zona de Urbieta, donde se unen ambos ríos, Josetxo Zufiaurre ya citaba en su libro ‘Montes y Ríos de Beasain’ esto: «Hasta hace unos 70 años, en esta confluencia se cazaban furtivamente nutrias con cepos». Y no solo hay datos de nutrias de este punto, pues, siguiendo ese río cauce arriba, conoceremos otros datos en distintos tramos del río de hace 75 años:
A.- Esta era una zona que Ramón Esnaola, de la casa ‘Urbiñarte’, llamaba ‘de las mimbres’. Estaban junto al río, donde ahora está el centro comercial BM, a unos 300 metros de la desembocadura. Sus maizales llegaban entonces hasta el río, y tanto él como su hermano Periko solían andar en esa zona. Cuando hablamos con él en 2005, decía haberlas visto allí, pero sobre todo recordaba que «se oían aullidos entre las mimbres como si fueran ladridos de perro».
B.- Son los dos cobertizos situados en Senpere junto al río que pertenecían al caserío Betenasagasti, derribado en 2007. Felipe Aventín (que hoy vive en Beasain), estuvo allí de ‘apupilo’ cuando vino desde su Otxagabia natal hacia mediados del siglo XX. En 2005 me dijo que estando él viviendo allí, Lorenzo Olano de dicho caserío mató una nutria en esos cobertizos. Su hermana Juanita Olano me decía que las nutrias solían hacer mucho ruido de noche revolviendo los trastos que allí tenían. Juanita fue una de las personas que vio la nutria abatida por su hermano hacia 1950, y después también la otra que cazó Daniel Garmendia tras colgarla en el cobertizo de la casa ‘Biona’.
C.- Es justo el punto donde Daniel Garmendia abatió la última nutria del Agauntza, tal y como dijimos en la crónica de 2007. Entonces todavía vivían una docena de personas de las que fueron a verla allí muerta. Hoy en día tan solo quedan dos, Felipe Aventín entre ellas. La fecha la situamos en dicho artículo entre 1950/1951, dado que todavía existía el viejo puente que se llevó la riada del 15/10/1953, situado entre las casas Ondarre e Ibaiondo. El río Oria ya llevaba ‘contaminado’ 4 ó 5 años. Según Felipe Aventín, el punto donde se cazó la nutria lo marca ese cascote del puente señalado con el 2.
En la foto de al lado mostramos un tramo del Agauntza que casi llega hasta la entrada de Laz-kao desde distinta perspectiva. Titulamos las casas y caseríos que había entonces allí, algunas ya desaparecidas. Desde la presa del pueblo, situada a unos 200 metros río arriba de la que vemos en esta foto, los principales tramperos de nutrias con cepos fueron los hermanos Ascensio, José León, Saturnino y Juan Izagirre, del caserío ‘Anzuelategi’, ubicado en el barrio San Ignacio, según nos dijo en su día Daniel Garmendia. Se cazaban con un cepo dentado de los utilizados para nutrias en esa época, cuando la ley todavía permitía cazarlas. En el punto donde vemos la bota abriéndolo solían llevar una cadena, cuyo extremo fijaban en tierra. Así recuperaban del río después la pieza muerta.
Los paisajes de los ríos guipuzcoanos no tienen nada que ver hoy con los de hace 75 años. El cemento ha sustituido en gran parte a los árboles y arbustos de ribera por el gran crecimiento urbano habido en todas las cuencas, aunque algo, o tal vez mucho, se ha debido de hacer también bien después, dado que las nutrias han vuelto de forma natural a nuestros ríos tras más de siete décadas.
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