Ester Poveda, con el teatro por el mundo
La actriz Ester Poveda dirige el grupo Txalo Talo de Berrobi, premiado en el Antzezmotz
Agurtzane Núñez Yarza
Desde jovencita Ester Poveda comenzó haciendo teatro. Al principio estaba en el grupo del colegio, pero al terminar el instituto continuó, formando con sus compañeros un grupo amateur. «Fuimos a Nueva York y todo», recuerda. Natural de Elche, estudió Arte Dramático en Murcia y, después, teatro y cine en Madrid. Hoy en día es la directora del grupo de teatro Txalo Talo de Berrobi y profesora de teatro en la escuela Samaniego de Tolosa, además de colaborar con otros grupos de teatro.
Hasta que llegó a Gipuzkoa hace diez años, cuando conoció a su marido, siempre se movió desde Elche. «Muchos me decían ‘vete a Madrid, que no sales en la tele’, pero yo soy muy teatrera, y me movía desde mi ciudad. He estado en muchas ciudades de Europa, África, Japón, etc.», recuerda Poveda, que fundó varias compañías de teatro.
Aunque parezca que los actores tienen que llenar sala grandes, Ester Poveda comenzó haciendo teatro de calle. «Tenía dos compañías con las que hacíamos teatro de calle, Barbaro teatro e Íbero. Los nombres son porque comenzamos haciendo temáticas de mercados medievales, romanos, incluso barrocos. A mí me encantaban», explica.
A la vez colaboraba con otras compañías con las que participaba en distintos festivales que se organizan en todas las provincias. «Hace unos diez años un festival de la oralidad que se organizaba en Elche se hermanó con el que organiza Intujai en Tolosa, comenzaba allí y después de recorrer varios lugares, terminaba aquí. Entonces vine por primera vez, y después ya me quedé», indica, aunque continúa colaborando con algunos grupos.
Empezar de nuevo
Las compañías de teatro no las trajo con ella, así que tuvo que comenzar su carrera teatral desde cero, con el hándicap del euskera. «Una chica que sabía que hacía teatro me ofreció hacer un monólogo en fiestas de Berrobi, lo hice varios años, hasta que una persona me preguntó a ver si formaría un grupo». El ayuntamiento lo ofertó entre los cursos para mayores y ya llevan cuatro años. «El primer año se apuntaron bastantes, luego bajo y ahora fijos estamos siete: Mikel Agirretxe, Aranzazu Rodas, Aloña Izagirre, Oihane Vergara, Joseba Izagirre, Ana Goñi y yo».
«Este año le hemos puesto nombre, Txalo Talo, porque cuando actuamos por primera vez se había organizado una talo-jana y entre talo y talo nos aplaudían», recuerda. Desde entonces han estrenado cuatro obras: «‘Aingerutxoak’ con fragmentos de obras de varios autores; un ‘match de improvisación’ con juez y tiempo, que fue muy divertido; ‘Zoro Eroak’, la más complicada que hemos hecho hasta ahora, y que solo lo hicimos una vez porque exige que todos estemos en escena; y ‘Konplizeak’».
La última es de creación propia y tiene su propia historia. «Una chica del grupo se animó a participar en el Antzezmotz, de teatro corto. El primer año le dirigí, y al siguiente yo también participé», explica. El año pasado dieron un paso más, ya que cinco del grupo se animaron a participar. «Ganamos el premio a la mejor dirección, mejor obra, y mejor obra en euskera. Estamos encantados», dice.
«Con el dinero de los premios nos hemos comprado telas, focos… para las próximas actuaciones». Y el teatro fue la base para la obra que presentaron en el pueblo. «Este año también nos presentaremos en Urretxu, con una versión corta, y luego haremos una larga en Berrobi y los demás pueblos». El tema ya lo tienen pensado: «queremos aunar lo moderno con lo tradicional, hacer un viaje en el tiempo», explica.
Y es que al final, con el boca a boca, les han salido actuaciones en otros pueblos. «Estuvimos en el festival de Amaroz de Tolosa, en Elduain y en Areso, y nos quedan otras tres», indica. Estarán el 8 de noviembre en Altzo, y el 15 en Amezketa, y en diciembre actuarán en Abaltzisketa.
También les han ofrecido actuar en festivales de teatro, pero hasta ahora no han podido acudir. «Los jóvenes están deseando ir, pero también hay madres con niños pequeños y personas que trabajan, y es difícil tener una semana para poder ir a participar».